BUENOS AIRES.- El periodista Luis Ventura cargó fuerte contra su colega Jorge Lanata desde la tapa del último número de la revista de espectáculos que dirige, Paparazzi, donde vincula al periodista con el consumo de drogas.
Todo se generó por las acusaciones de Lanata contra Ventura, Mauro Viale y Rolando Graña en el marco de la denuncia por lavado de dinero que reveló en su programa "Periodismo para todos". A esos periodistas, el fundador de Página/12 los responsabilizó de "farandulizar" un tema con fuerte trasfondo político para enfocarlo sobre los personajes del espectáculo Leonardo Fariña y Fabián Rossi, los maridos de Karina Jelinek e Iliana Calabró, respectivamente.
Todos ejercieron su derecho a defensa pero el que más lejos llegó fue Ventura, quien horas después de contestarle con dureza a Lanata pero al mismo tiempo decirle que lo apreciaba, encabezó una investigación en su contra que se ve plasmada en la portada de la nueva edición de la revista Paparazzi.
"Lanata, entre las denuncias y la cocaína", es el lapidario título de tapa que en el piso de Intrusos Ventura intentó explicar: "Ha sido el personaje de la semana. Quise que la gente supiera del Lanata que no aparece en televisión".
"Hicimos una investigación", se defendió el compañero de Jorge Rial, al tiempo en que aclaró el título de tapa: "No es condenatorio, sino descriptivo".
"No me impresiona, porque hay cosas que tienen que ver con su vida", cerró.
La relación entre Lanata y las drogas ya fue relatado por otro periodista, Luis Majul, en su libro "Lanata, secretos virtudes y pecados del periodista más amado y odiado de la Argentina".
“Se intentó suicidar por lo menos dos veces. La enfermedad de su madre, la sensación de alta traición que experimentó de parte de sus compañeros de Página/12 y el primer despido abrupto que tuvo de la tele fueron algunos de los motivos que lo llevaron a pensar en tomar aquella decisión desesperada”, supo anticipar Majul en una columna del diario La Nación.
“Lanata tomó una cantidad desmesurada de cocaína diaria entre los 30 y los 40 años, y tuvo que ir a un centro de desintoxicación en los Estados Unidos para poder seguir adelante con su vida”, detalla Majul antes de especificar que “hay un Lanata público y otro privado, que no tiene nada que ver con el que aparece en la televisión”. LA GACETA